By raquel
diciembre 17, 2019

Vivir de dividendos en 2020

Hay muchas situaciones que pueden provocar la copropiedad de una vivienda en la que alguna de las partes quiera liquidar. Al surgir dudas en este sentido, la mejor recomendación es ponerse en contacto con especialistas en la materia. Rentalias ofrece la mejor asesoría en el tema inmobiliario, incluyendo lo referente a invertir en nuda propiedad y renta vitalicia.   

La aspiración final de toda persona desde el punto de vista económico debiera ser lograr la libertad financiera. Algunos de los que hicieron lo que se requiere desde hace 20 años o más, saben ahora lo que es vivir de dividendos en 2020.

La cultura financiera es una herramienta sumamente valiosa y que todo el mundo debe manejar, aunque sea en sus fundamentos principales. Ahorrar es constreñir el consumo para procurar fondos que rindan rentas pasivas a futuro.

Siempre hemos escuchado las bondades del ahorro; sin embargo, es muy poca la información que recibimos en cualquier otra carrera que no tenga que ver directamente con economía. Es así como incursionamos en el campo de trabajo con muy pocas ideas de cómo manejar nuestros ingresos.

Lo irónico es que precisamente en esos primeros años de vida productiva es cuando debemos sentar las bases de nuestra futura fuente de ingresos, que cubrirá nuestras necesidades cuando la vitalidad mengüe.

Desde el primer ingreso deberíamos tener una conciencia económica tal que nos permita saber que un porcentaje de ese dinero no se puede tocar. Es como hacerse la idea que ganamos solamente el 80 % de lo que recibimos. El resto hay que ofrendarlo al adulto mayor que eventualmente seremos.

Por supuesto que no podemos conformarnos con tan solo guardar estos montos, hay que invertirlos. Invertir nuestros ahorros de manera adecuada será la garantía de que podamos llegar a vivir de dividendos.

Dejar inerme el dinero dedicado al ahorro en cuentas bancarias nunca permitirá sacar el mejor provecho a este esfuerzo. Lo inteligente es que, al poder acumular lo mínimo requerido, vayamos con ello al ruedo de las inversiones.

Si para entonces contamos con los criterios mínimos para acometer la tarea, muy bien, adelante. De lo contrario, es muy recomendable dejarse asesorar por alguien de confianza, que nos acompañe en estos pinitos financieros.

Vivir de dividendos debe ser una labor de todos los días y se consigue a largo plazo si y solo si observamos una disciplina prusiana con nuestros recursos. Entre los aspectos más importantes está la capacidad de respetar un presupuesto a todo trance.

Tener un presupuesto y ceñirse obstinadamente a este será la única forma de garantizar que nuestra incipiente cartera de inversiones vaya creciendo al ritmo que se requiere, para llegar a magnitudes que sean capaces de producir tanto como nos haga falta para vivir de dividendos.

Los beneficios que vayamos percibiendo deben destinarse a reinversiones que apalanquen con mayor prontitud nuestro portafolio. Si estamos invirtiendo en el mercado bursátil, entonces los dividendos deben servir para hacer nuevas colocaciones. 

¿Se puede vivir de dividendos?

Sin duda que es viable conseguir la libertad financiera basándose en percibir dividendos suficientes para no sufrir angustias económicas. Esto siempre dependerá de la claridad de propósito y la disciplina en respetar el plan que se trace, evitando cualquier tentación que pueda desviarnos.

En la medida en que veamos ese dinero como si fuese ajeno –de nuevo, es del adulto mayor que seremos–, entonces el éxito será mucho más probable.

¿Cuánto necesito para vivir de dividendos?

Cabe decir que lograr vivir de dividendos no implica necesariamente ser multimillonario.

El primer punto que hay que establecer para cualquier plan de finanzas personales es la renta con la que se desea contar al final del periodo que se acuerde. Este monto puede variar en el tiempo, pero hay que iniciar con algo que fije un horizonte económico a largo plazo.

Cuando nos autoimponemos una meta bien concreta todo es más sencillo y menos etéreo, de allí la importancia de este primer paso que quizá muchos desdeñan. Si decimos que nuestra meta inicial es hacer lo necesario para en 20 años contar con una renta de 2500 euros, ya estamos enfilando la proa hacia un destino cierto.

Haciendo uso de lo que se conoce como la regla del 4 % estaremos en capacidad de tener una meta de acumulación aproximada que nos asome una idea de cuál será la travesía a recorrer. Aunque es algo que asume una gruesa simplificación, en general se dice que la renta que se aspira debe ser el 4 % de nuestro capital, para que sea sustentable.

Entonces, si tomamos las cifras mencionadas como ejemplo, tenemos que para contar con una renta mensual de 2500 euros (30 000 euros anuales) será menester acumular un capital de al menos 750 000 euros.

Cartera para vivir de dividendos

Para lograr vivir de dividendos siempre es recomendable diversificar las inversiones. El sabio consejo milenario de no guardar todos los huevos en una misma canasta aplica totalmente en este propósito.

Lo que generalmente se recomienda es iniciar cuanto antes la multiplicación de los incipientes ahorros que tengamos al empezar nuestra vida laboral, haciendo pequeñas colocaciones en bolsa, preferiblemente en fondos mutuales para mitigar el riesgo implícito.

Una vez afianzado algún capital modesto –normalmente por lo menos cinco años más tarde–, podemos entonces enfocarnos en evaluar posibles inversiones inmobiliarias que empiecen a estar al alcance.

Una combinación de acciones, bonos, fondos mutuales y bienes raíces puede ir consolidando una retroalimentación de ingresos que resulte en el largo plazo el capital que aspiramos para vivir de dividendos.

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