Índice de contenidos
Cualquier operación financiera está sujeta a un riesgo. No existe la garantía de que el desembolso que vamos a hacer vaya a generar la rentabilidad deseada, ni siquiera existe una garantía clara de que vaya a tener rentabilidad. Sin embargo, se pueden seguir una serie de recomendaciones que reduzcan la posibilidad de perder dinero. Eso sí, no podemos ser ilusos, siempre hay que contar con los riesgos financieros de un producto. Veamos qué es el riesgo de inversión financiera y conozcamos las formas para reducirlo de manera significativa.
Si respondemos de forma global a qué es el riesgo de inversión podremos determinar que se trata del nivel de incertidumbre que existe sobre la inversión que hagamos.
Es un hecho que cuando hacemos una inversión buscamos una rentabilidad. Pero no conviene olvidar nunca que existe también un riesgo de inversión. Es decir, que cabe la posibilidad de que obtengamos una rentabilidad menor de lo que habíamos calculado, que se pierda una parte o el total de la inversión inicial e, incluso, que perdamos una cantidad que supere la inversión inicial.
Por supuesto, si nos lanzamos a invertir debemos tener en cuenta los diferentes tipos de riesgos de inversión, pero en ningún caso sentirnos sometidos por ellos. Una inversión ha de ser un proceso bien meditado, en el que hayamos analizado todas las variables y contando siempre con que existen unas incertidumbres incontrolables, por lo que nunca es recomendable que pongamos todo nuestro capital en dicha inversión.
Es imposible saber completamente cómo va a ir una inversión. Sin embargo, existen productos en los que podemos invertir con un riesgo prácticamente nulo, ya que conocemos de antemano cuál va a ser el resultado final. Se tratan, por ejemplo, de los depósitos o productos de ahorro. Ahora bien, por supuesto esta seguridad tiene una contrapartida, y es que la rentabilidad es mucho menor.
Por ello, si lo que quieres es lograr una rentabilidad mayor o a un plazo más o menos corto has de ser consciente de que vas a jugar con la incertidumbre. Eso sí, el premio en rentabilidad va a ser mucho mayor. En cualquier caso, antes de llevar a cabo este tipo de inversión no está de mal que comprendas qué consiste un riesgo financiero y qué tipos de riesgo de inversión hay. De un modo u otro vas a convivir con ellos.
Detallemos un poco más qué es el riesgo de inversión y hagámoslo profundizando en su tipología. Entre los tipos de riesgo de inversión contamos con varias posibles clasificaciones en función de las variables que consideremos. Estas son las dos más habituales.
En este caso nos centramos en el nivel de los riesgos financieros de un proyecto. Se trata de una clasificación muy sencilla que podemos subdividir en los siguientes aspectos.
En esta clasificación no analizamos el riesgo de inversión cuantitativamente, sino que nos centramos en la causa que genera dicho riesgo. Conocerlo en profundidad puede ayudarnos, y mucho, para comprender si es un buen momento para invertir. Te presentamos los principales tipos de riesgo de inversión por condición o forma.
Está claro que al hacer cualquier tipo de inversión convivimos con un riesgo, pequeño o grande, pero riesgo al fin y al cabo. Pero seguro que cuando nos planteamos qué es el riesgo de inversión lo siguiente que surge en nuestra cabeza es cuál es la mejor fórmula de limitar dichos riesgos. Por aquí te dejamos unas cuantas recomendaciones.
Los riesgos al invertir deben ser muy bien calibrados. Poner un dinero esperando un dividendo sin escudriñar todos los escenarios puede llevarnos por caminos poco exitosos. El mercado inmobiliario nos ahorra muchos de ellos, pero de igual forma lo sensato es conocer los riesgos de la inversión inmobiliaria.
Cualquier inversión que iniciemos está sujeta a riesgos e imponderables que algunas veces podemos anticipar y cuantificar, y en otras ocasiones no. No obstante, hacer el ejercicio en cada caso es lo prudente.
Por ejemplo, cuando invertimos en el mercado bursátil estamos apostando a que unos títulos o papeles, que pueden estar decorados muy atractivamente, pero que son papeles al fin y al cabo, cobren valor, bien sea porque las empresas que los emitieron logran un súbito éxito (si son acciones), o porque sus emisores sortearon sus desafíos financieros y honran sus promesas (si son bonos).
Muchas son las cosas que debemos investigar para adentrarnos en el mundo financiero bursátil antes de invertir responsablemente. Existen muchos vericuetos asociados a ese mercado, y no es tan así en el mercado inmobiliario.
Seguro que el mercado inmobiliario ofrece grandes retos para sus inversionistas, pero el solo hecho de tratar con bienes tangibles hace un poco más digerible el asunto.
Sin considerar las peripecias financieras que tienen que atravesar constructores y promotores inmobiliarios, al tener el producto terminado el asunto se hace mucho más claro.
Uno de los primeros riesgos importantes que se desprende de lo dicho anteriormente es comprar o invertir en un proyecto; es decir, en algo que aún no existe, que de lo cual quizá solo haya planos y gráficos digitales.
Financiar proyectos inmobiliarios puede ser tan azaroso como invertir en la bolsa de valores. Pasarán muchos imponderables antes de culminar la obra en cuestión y el riesgo se incrementa en comparación a comprar o invertir en un inmueble palpable.
Sin embargo, es una certeza que los réditos que se desprenden de estas inversiones en proyectos inmobiliarios son significativamente mayores que cuando invertimos en inmuebles ya construidos. Y es que en general así es el mundo de las inversiones: a mayor riesgo, mayor ganancia.
Ahora, cuando hablamos de invertir en inmuebles existentes hay otros aspectos de riesgo que debemos sopesar antes de cristalizar nuestras inversiones. Primero que nada se debe verificar que el inmueble sea enajenable; es decir, que esté libre de restricciones legales para ser negociado.
Otro asunto de inmediata atención es comprobar fehacientemente la propiedad plena del inmueble por parte de la persona o entidad que esté pretendiendo la negociación.
Recordemos que pueden existir viviendas de las que se haya cedido la nuda propiedad y exista un usufructuario involucrado. Esta condición no puede tomarnos por sorpresa.
Por otra parte, un inmueble también puede estar afectado por la existencia de una hipoteca, lo que imposibilita a cualquier persona a negociar su propiedad sin previamente librarla completamente.
Debemos también asegurarnos de que no se encuentre en un litigio de sucesión irresoluto que complique luego su registro y escrituras a favor. En general, habría que tener la certeza que el bien es transable.
De allí podemos saltar a ponderar los riesgos de naturaleza física del inmueble; es decir, lo que se refiere a su ubicación y estructura.
Obviamente esto es un poco más sencillo y una inspección de un profesional de confianza puede dar fe de que no haya daños ocultos en la estructura, así como también certificar que esté construido en terrenos aptos y bajo las normas universalmente aceptadas.
Por último, es imprescindible la consideración del valor de la vivienda en la que deseamos invertir. Un avalúo profesional es la manera de asegurarnos sin lugar a dudas de que el monto solicitado por el vendedor se ajusta a los niveles de mercado de la zona.
Invertir de más en un inmueble puede ser fatal para nuestro patrimonio, así que no hay que escatimar en que un experto tasador independiente produzca su informe en donde se refleje el justiprecio actual de referencia.
No cabe duda de que invertir en bienes inmuebles es una opción que nos brinda cierta seguridad pero, como cualquier asunto en la vida, hay que estar muy atento a los riesgos presentes o futuros y en la medida de lo posible, descartarlos uno a uno antes de proceder
Ahora ya sabes todo sobre los riesgos que tienen las acciones financieras. Rentalias es una empresa formada por profesionales con más de 30 años de experiencia en el sector inmobiliario, nuda propiedad en España e inversión en activos inmobiliarios. Si estás interesado o necesitas asesoramiento personalizado en lo referente a la nuda propiedad en Barcelona o nuda propiedad en Madrid, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
LEAVE A COMMENT