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Hay muchas situaciones que pueden provocar la copropiedad de una vivienda en la que alguna de las partes quiera liquidar. Al surgir dudas en este sentido, la mejor recomendación es ponerse en contacto con especialistas en la materia. Rentalias ofrece la mejor asesoría en el tema inmobiliario, incluyendo lo referente a invertir en nuda propiedad y renta vitalicia.
Al incursionar en el mercado bursátil debemos hacer propios varios términos que son usados cotidianamente en todas las plataformas que gestionan este tipo de negocio. Un momento importante para toda empresa es cuando decide hacer una OPV. ¿Sabes qué es una OPV?
Una oferta pública de venta (OPV) es aquella mediante la cual una compañía expone al mercado parte o la totalidad de sus acciones. Es un salto importante que se da para que los títulos de la empresa puedan ser negociados en bolsa. De allí que a esta acción también se le denomine “salir a la bolsa”.
Cada OPV que se produce alimenta el mercado bursátil y ofrece a los inversionistas nuevos nichos para hacer sus colocaciones. Al pasar las acciones al dominio público la compañía será minuciosamente escrutada, por lo que entra a un nivel de competencia superior.
Para cualquier empresa salir a la bolsa mediante una OPV es un logro importante que se verá recompensado siempre y cuando los dividendos que reporten sean consistentes, por lo que los inversores estarán dispuestos a hacerse de estos títulos apenas haya oferta en el mercado secundario.
Así mismo, colocar una OPV facilita a futuro el financiamiento de nuevos proyectos, para los cuales podrá acudirse a la emisión de nuevas acciones que serán bien cotizadas en la medida que sus títulos sean apreciados.
Hay que hacer la salvedad de que hay dos tipos de OPV. Según a quien se oferte, las OPV pueden ser abiertas o restringidas.
Las abiertas son destinadas a cualquier inversionista que se interese en las acciones. Las restringidas, como su nombre ya lo asoma, están destinadas a círculos de inversionistas determinados, quienes tendrán la potestad de participar o no.
Cuando una empresa por primera vez hace públicas sus acciones para ser cotizadas libremente en la bolsa, denominamos a esto la Oferta Pública Inicial (OPI por sus siglas). Es la primera OPV, en donde se hace público el capital de la empresa.
Recordemos que la emisión de acciones de una empresa es la manera en la que se estructura el capital de la misma. Al dar este paso las compañías se expanden en posibilidades, teniendo acceso a un mayor nivel de inversiones.
Por supuesto que todo dependerá del proyecto que se trace y el plan de negocio que lo soporte, para que tenga más o menos éxito en la bolsa. Cada año se anuncian OPV que en principio dinamizan el mercado; sin embargo, no todas estas emisiones logran disparar las cotizaciones a los niveles esperados.
Funciona de tal manera que permite a la empresa obtener nuevas fuentes de capital y maximiza el financiamiento, alcanzando dinero que puede provenir del mundo entero; es decir, es posible captar por esta vía capitales en el ámbito global.
El asunto de cómo llegar a un monto para presentar la OPV es todo un tema. Para ello es necesario realizar una tasación de la empresa emisora, tomando en cuenta sus activos y sus ingresos actuales, siendo estos los elementos objetivos de la valoración.
Adicionalmente, hay un factor subjetivo que tiene que ver con las expectativas que a futuro tenga la compañía en cuestión. Entonces, la aceptación que esta emisión inicial tenga en el mercado dependerá de la solidez de estos planes.
Una o más agencias bursátiles pueden ocuparse de toda la logística que esto implica, llevándose una comisión por el trabajo. Se otorga un periodo previamente estipulado para sondear el interés y la aceptación del valor de la acción, luego del cual se concluye el proceso y se otorgan a los oferentes los títulos correspondientes.
Comprar acciones en una OPV es muy similar a comprar cualquier otro título-valor en el mercado secundario. Basta con atender la convocatoria, contactar con las agencias encargadas para obtener toda la información y anotarse en los registros que se llevan de los ofertantes.
Como mencionamos anteriormente, hay un plazo para esta operación dentro del cual es posible que el precio fluctúe dentro de unas bandas establecidas. Al vencer el lapso, los títulos pasan a los inventarios de los inversionistas, quienes podrán disponer de estos a discreción.
Tal como indicamos, el valor total de la empresa se calcula haciendo un avalúo objetivo de sus haberes e ingresos históricos y a esto se le agrega el factor que la plantilla directiva considere es adecuado para lo que se ha proyectado a futuro.
Una vez llegado a ese valor total, lo que normalmente se hace es llegar a un número o cantidad de acciones que tenga sentido, para entonces dividirlo entre este y definir así el precio unitario de cada título.
Aquí privará el criterio de los propietarios, que seguramente serán asesorados por los agentes que estarán al frente de la operación. En algunos casos será conveniente una cantidad grande de acciones y en otros un número bajo o moderado.
La naturaleza del negocio y el target de inversión que persiga serán elementos importantes para sopesar esta importante decisión, que finalmente fijará el precio –o la banda de precios– que acompañará la OPV.
Este instrumento para optimizar la financiación que es la OPV debe seguir una serie de normas para ser aceptada legalmente. La necesidad de garantizar su seguridad jurídica implica la obligación de que la operación sea comunicada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). No es posible lanzar al público acciones sin que esta entidad tenga conocimiento de ello.
En esta presentación a la CNMV se debe incluir un folleto en el que se informe de la oferta. Además, es necesario registrar una auditoría de cuentas de los últimos tres años que han transcurrido en la empresa y aportar todos los documentos que exige la legislación para realizar una Oferta Pública de Venta.
La operación estará dirigida por un coordinador global, que suele ser una agencia de valores o una entidad de carácter financiero. Pero, de igual manera, existen una serie de profesionales facultados para presentar la documentación que necesita la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Entre ellos se cuentan los asesores que dan forma legal y generan toda la documentación que se necesita. También, la empresa ha de contar con el apoyo de consultores de comunicación, que informan al público de la oferta, los auditores, las entidades colocadoras y aseguradoras y un agente que tendrá la función de gestionar tanto las solicitudes de compra como la liquidación.
He aquí la clave que subyace en lo que es una OPV. La respuesta está llena de matices y depende del grado de conocimiento de la empresa, de la operación e incluso del mercado por parte de la persona que desea invertir. Lo principal es que seamos conscientes del riesgo que queremos asumir y tengamos cierta información sobre el beneficio que podría tener la operación. También es importante, por supuesto, la estrategia que queremos llevar a cabo en la inversión.
Está claro que los riesgos asociados a invertir en una empresa que, por su propia naturaleza, puede contar con menos información, son considerables. Por el contrario, es posible que el beneficio transcurra paralelo con estos riesgos y sea mayor. Antes de invertir en una OPV es conveniente hacer un pequeño análisis sobre dónde vamos a ingresar el dinero y realizar una valoración reflexionada sobre los pros y contras.
Te dejamos tres recomendaciones que sería muy conveniente que tuvieras en cuenta si decides hacer una inversión en una OPV.
No olvides que, en muchos casos, vas a invertir en un negocio que no se encuentra estabilizado del todo. Necesita tu inversión y otras muchas para lograrlo. ¿Y esto qué significa? Que hay más posibilidades de que no todo salga tan perfecto como esperas. El riesgo está ahí. También, por supuesto, la posibilidad de alcanzar un beneficio mayor. Si te convence la empresa, si te estimula formar parte de ella, sigue adelante. Pero no olvides que en este tipo de negocios no debes invertir ahorros que puedan ser determinantes para tu estabilidad económica. Invierte con inteligencia dejándote un remanente importante para tus gastos necesarios y cotidianos.
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