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Los mecanismos de inversión basados en capitales colectivos son una opción que ha abierto posibilidades a personas de las más diversas capacidades económicas para canalizar sus intenciones de rentabilizar. Una de estas opciones son las SICAV; pero, ¿qué es SICAV?
SICAV son las siglas correspondientes a las Sociedades de Inversión de Capitales Variables. Este tipo de sociedades se registran con el propósito de reunir capitales que serán usados para hacer colocaciones en los mercados financieros. Es una variación de los fondos de inversión aunque diverge en las formas en que funcionan.
Lo primero que hay que decir es que en una SICAV los participantes son accionistas de la sociedad que se conforma para estos fines; por el contrario, en los fondos de inversión las personas adquieren participaciones y obtienen beneficios en consecuencia, mas no son propietarios del fondo.
En una SICAV los inversionistas son dueños de la sociedad en las proporciones que representen sus aportes a la misma. Igualmente, las normas que rigen estas sociedades exigen que para su conformación se debe contar con al menos 100 socios participantes que aglutinen un capital mínimo de 2,4 millones de euros.
Ya vemos que, aunque las SICAV sean instrumentos de inversiones colectivas, tienen unas particularidades muy propias y regulaciones específicas. Estas sociedades nacen como una alternativa a los capitales que anteriormente buscaban otros horizontes geográficos y tienden a ser una manera de retener los patrimonios dentro de la jurisdicción donde se produjeron.
Precisamente para este fin es que la legislación prevé una ventaja en la fiscalización de los capitales y rentas obtenidas a través de estas sociedades de inversión. Los recursos con los que cuentan estas instituciones y las ganancias que puedan lograr por medio de su gestión financiera están prácticamente exentos de impuesto.
Es una de las ventajas que ofrecen las SICAV a los que se deciden por esta opción de inversión, ya que no deben tributar sino hasta que redimen sus participaciones accionarias. Esto significa que la tributación queda postergada y ocurre en solo una oportunidad, lo que es algo bastante atractivo para capitales de cierta magnitud y que pueden ver su dinero diluirse paulatinamente por impuestos que se aplican periódica y recurrentemente.
Al preguntarnos qué es una SICAV podemos asomar que es un fondo de capitales con ciertas prerrogativas y condiciones. Puede equipararse a un fondo de inversiones en cuanto a su objetivo; sin embargo, su aproximación es bastante diferente. En las SICAV las participaciones se convierten en acciones y no está abierta para que cualquiera participe, como es el caso de los fondos de inversiones.
Hay una percepción algo negativa de este tipo de sociedades que quizá no tenga ningún fundamento y se pueda deber a una indefinición legal que permite algo que no está bien visto ante la opinión pública. Se trata de la exigencia de la norma en cuanto a la cantidad mínima de personas que son necesarias para su existencia.
Como vimos anteriormente, se requiere de un mínimo de 100 accionistas para activar una SICAV; no obstante, se piensa que en muchos casos no hay ninguna restricción para la determinación de capitales de cada una de ellos. Es decir, se puede conformar una sociedad con el aporte de 1 euro por parte de 99 personas y una persona que contribuya con 2 399 901 euros.
Hacer esto no viola la norma; sin embargo se aprecia como una inmoralidad de personas con suficientes fondos como para aprovechar las ventajas fiscales mediante una aparente picardía. Está de más decir que esa persona que aporta la mayoría del capital solo usa al resto de los supuestos socios (a quienes se les denomina mariachis) solo para cumplir con el requisito de ley.
La legislación puede que tenga esa grieta que permite estas situaciones que el público en general puede condenar desde el punto de vista ético, pero si el espíritu de la ley no llega a cumplirse a cabalidad y si esta práctica es condenable, lo que haría falta es adelantar alguna reforma en el cuerpo de la norma que lo evite.
En todo caso, al ser una sociedad de inversiones está en la potestad de decidir cómo conducir sus destinos en las asambleas de accionistas. Así mismo, cuando un socio expresa su voluntad de retirarse de la sociedad los que tienen la primera opción son los miembros actuales de la misma. La incorporación de nuevos socios pasa también por la consideración de la asamblea.
Estas sociedades actúan en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), y tal como todos los entes que intervienen en mercados financieros, son reguladas por la Comisión Nacional de Mercados de Valores (CNMV). Además, tienen la obligación de cotizar en bolsa, por lo que sus estados financieros son de dominio público.
Ya sabemos qué es una SICAV y cómo funciona. Vamos ahora a profundizar en otras instituciones con características diferentes, pero que también ofrecen grandes posibilidades de rentabilidad. Nos referimos en este caso a las Instituciones de Inversión Colectiva (IIC).
La IIC es una institución que nace con el objetivo de captar de forma pública fondos, bienes o derechos para después invertirlos de manera conjunta bien en activos financieros o no financieros.
Según su carácter, podemos encontrar instituciones de inversión colectiva de carácter financiero y de carácter no financiero. Las primeras pueden ser fondos de inversión, sociedades de inversión o clubes de inversión. Estas realizan inversión en activos que pueden ser acciones, derivados, otros fondos de inversión, letras del Tesoro o pagarés de empresa.
Por su parte, entre las instituciones de inversión no financiera encontramos Sociedades Cotizadas de Inversión en mercado inmobiliario, sociedades de inversión no financieras y fondos de inversión no financieros. En este caso, las instituciones invierten en activos cuyo valor está relacionado con sus características físicas. Entre ellas se encuentran los bienes raíces, patentes, marcas comerciales o vehículos.
Saber qué es una SICAV y cómo funciona nos permite señalar las divergencias con una de las instituciones de inversión más conocidas, los fondos de inversión. Estos últimos implican que un gestor profesional gestiona el capital que han aportado los inversores. Es decir, se trata de un tipo de ICC, Las principales diferencias entre una y otra se encuentran en estos aspectos:
Pese a que hay, como hemos visto, bastantes diferencias entre los dos, también encontramos similitudes en lo que es una SICAV y cómo funciona y el modo en el que lo hacen los fondos.. He aquí algunas de las principales semejanzas.
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