¿Qué es la plusvalía?

Quizá Karl Marx nunca imaginó los efectos que sus escritos provocarían en los tiempos que siguieron a su época. Para el desarrollo de su obra asumió definiciones sobre las cuales argumentó y estableció sus principios y fundamentos. Sin embargo, aún hoy en día mucha gente se pregunta qué es la plusvalía, a sabiendas que aplica para ámbitos tan diversos como el inmobiliario y los sistemas de producción en general.

Marx fue un pensador y escritor nacido en la Alemania del siglo XIX, que produjo ensayos que trascendieron en el ámbito mundial sobre economía y sistemas político-económicos. Obras como El Capital y El manifiesto comunista fueron luces que condujeron los pasos de buena parte de la humanidad –para bien o para mal– durante casi todo el siglo XX.

El plusvalor

El término plusvalía o plusvalor designa al excedente o brecha que existe entre el precio de un producto y el costo que ese producto requirió en mano de obra o fuerza de trabajo para su elaboración.

Pero en sus disertaciones económicas, esta palabra se convertiría en símbolo de la supuesta explotación a los que los empresarios someten a los empleados y obreros, ya que, según Marx, la plusvalía representa la expoliación que estos practica sobre ellos.

¿Cómo era posible que el empresario se guardara para sí las ganancias nacidas de las ventas de productos que son elaborados por la plantilla de trabajadores de toda la fábrica?

Según Marx, esto era un robo o expropiación y lo conducente sería que cada trabajador recibiera una alícuota correspondiente a la porción de mano de obra con la que contribuyó en el producto. Una vez vendida la mercancía, las ganancias deberían repartirse entre quienes hicieron posible que existieran las mismas.

El capital

En su obra El capital sugiere que el empresario no tiene derecho a todo el producto de sus ventas, dado que no interviene directamente –o al menos no con la misma intensidad que sus obreros– en el proceso de fabricación.

De esta manera Marx convertía a los empleados en socios, aunque no hubiesen aportado capital ni ideas para levantar la empresa en donde llevan a cabo sus tareas. El sueldo es una ofensa dado que se antoja limosna ante los elevados ingresos del patrono.

Lo que Marx no explicó es qué debería suceder cuando el mercado se deprime y los productos no se venden, o se llegan a vender asumiendo pérdidas. ¿Debe el empresario rebajar los sueldos de sus obreros y estos asumir solidariamente las eventuales pérdidas?

Castillo de naipes

Lamentablemente, las teorías de Marx se basaron en falacias que no se ajustan a los comportamientos de los mercados y ni siquiera a la naturaleza humana. De allí en adelante todo estaba construido sobre castillos de naipes.

Aun así, fueron adoptadas con fervor por líderes políticos que aplicaron sus ideas y arruinaron pueblos enteros.

La teoría del trabajo-valor fue tan profusamente difundida que no hubo voces capaces de aclarar lo impertinente del planteamiento. Y es que el valor de un producto no está en función de sus costos; al menos no necesariamente.

Un producto adquiere valor de acuerdo al interés que tenga el consumidor en este. Hay factores más allá de los meramente contables que influyen para que un producto alcance un precio determinado.

¿Solo el trabajo aporta valor?

En sus ensayos se desdeñan el capital que en maquinarias, recursos financieros, sedes, equipos e incluso en intelecto, pudo ser aportado por el patrono, así como los riesgos inherentes presentes en cualquier actividad de emprendimiento.

Tampoco se valora en estos planteamientos la capacidad de procurar mercados, consolidar clientela, establecer alianzas con proveedores, evaluar estrategias de producción y analizar la competencia. Estas son funciones de un empresario que desee sobrevivir como tal.

En realidad, el concepto de plusvalía no apunta hacia algo negativo; sin embargo el uso masivo que los propulsores de las ideas marxistas encumbró esta palabra como símbolo de la lucha de clases, que según el alemán desencadenaría la dictadura del proletariado y, finalmente, un mundo donde la igualdad absoluta reinaría.

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