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Cualquier empresa necesita una inversión constante para su día a día desarrollarse. Estrategia, diseño del producto o servicio, gastos de personal, suministros, distribución, materiales… Son muchos los aspectos que hay que tener en cuenta en el proceso. Todos ellos suponen unos costes que hay que recuperar poco a poco para alcanzar la rentabilidad. Hoy te vamos a explicar qué es y cómo calcular el umbral de rentabilidad, un concepto esencial a partir del cual el negocio comienza a dar beneficios.
La definición de este término es sencilla. El umbral de rentabilidad es el instante en el que los costes totales son los mismos que los ingresos totales por venta en un emprendimiento. Debemos saber cómo calcular el umbral de rentabilidad para conocer el momento en que la evolución del negocio comienza a estar en la progresión adecuada.
Lo que intenta cualquier empresa es abandonar lo antes posible la zona de pérdidas aumentando el volumen de negocio y generando un crecimiento progresivo. Ese incremento irá acercándole al punto en el que se empezará a obtener beneficios. Cuando los resultados llegan al punto en que existe un equilibrio entre costes e ingresos, la empresa se encuentra en el umbral de rentabilidad, también denominado punto de equilibrio o punto muerto.
Llega el momento de la verdad, es decir, ¿cómo calcular el umbral de rentabilidad? Lo cierto es que, si se conocen todos los datos es bastante sencillo, ya que existe una fórmula del punto muerto que permite acceder al resultado que buscamos.
Pero antes debemos conocer los conceptos que se aplican en la fórmula del umbral de rentabilidad. Vamos a ello.
Costes fijos: Son aquellos costes que no cambian, que son constantes para el negocio, como el alquiler o el pago de las nóminas de los empleados.
Costes variables por unidad: Los costes que cambian en función del mercado y del nivel de producción que mantengamos.
Precio al que vendemos cada unidad: Lo que cuesta nuestro producto al cliente.
Teniendo estos datos, usamos la siguiente fórmula para calcular el umbral de rentabilidad:
Umbral de rentabilidad: Costes fijos / (precio de venta por unidad – costes variables por unidad)
Siempre es más fácil entender cómo calcular el umbral de rentabilidad con un ejemplo práctico. Imaginemos que tenemos una pizzería en el que contamos con dos trabajadores.
Estos podrían ser sus costes fijos mensuales:
Costes fijos mensuales totales: 5.000 euros
Por su parte, los costes variables por unidad serían los siguientes:
Ingredientes con los que hacemos la pizza: 1,50 euros.
Gasto energético por cada pizza que hacemos: 0,50 euros
Costes totales variables por unidad: 2 euros
Por su parte, el precio al que vendemos la pizza es de 10 euros.
Con estos datos podemos calcular el umbral de rentabilidad, según la fórmula señalada.
5.000 / (10-2): 625
Esto significa que, para llegar al punto muerto, es decir, al lugar en que el negocio no gana ni pierde dinero, deberíamos vender 625 pizzas al mes.
Una vez que sabemos cuántos productos debemos vender para alcanzar el punto en que no perdemos dinero, podemos encontrarnos con que percibamos que la cantidad es muy alta, que difícilmente llegamos a ella en la situación con la que trabajamos. Ya sabemos cómo calcular el umbral de rentabilidad, es el momento de buscar la mejor manera de que este sea mejor para nuestros intereses. Podemos seguir varias opciones:
Está claro que obtener un dato tan específico como el umbral de rentabilidad ofrece algunas ventajas considerables para estructurar el funcionamiento de un negocio.
Sin embargo, como toda fórmula también tiene algunas limitaciones que hay que tener muy en cuenta.
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