Mitad Indivisa, ¿qué significa?

Si has escuchado hablar de la mitad indivisa y quieres saber qué significa, en este artículo te explicamos en qué consiste esta modalidad de propiedad de un inmueble.

¿Qué significa una mitad indivisa de una herencia?

La mitad indivisa de una herencia significa que varias personas comparten el derecho de propiedad de un inmueble, ya sea por una herencia, un divorcio o una donación. Esta es una modalidad muy efectiva cuando hay conflictos de intereses a la hora de repartir un inmueble, ya que facilita la situación en caso de que sea imposible llegar a un acuerdo entre todas las partes.

Para entender con mayor claridad qué significa mitad indivisa, hay que empezar por definir el concepto de proindiviso. También conocido como condominio, copropiedad o comunidad de bienes, el proindiviso es un concepto jurídico referido al derecho de propiedad sobre un bien o derecho. Significa que dicho bien o derecho pertenece a varias personas conjuntamente.

Es muy común que dos o más personas realicen la compra de un inmueble en común, o bien, que reciban en herencia una vivienda, en cuyo caso la propiedad será compartida y, por tanto, es considerada un proindiviso.

La copropiedad no se concreta en partes concretas del inmueble (habitaciones, salón, cocina, etc.), sino que hablamos de una cuota abstracta; es decir, el porcentaje que corresponde a cada persona en la propiedad del bien o el derecho. Así, si, por ejemplo, un inmueble se hereda entre 4 personas, y cada una recibe una cuarta parte de la vivienda, tendrán por tanto un 25% en pleno dominio.

Este es otro concepto importante para entender la mitad indivisa. El pleno dominio se refiere a la plena propiedad de una vivienda, con el derecho a disponer y disfrutar de la misma. Al comprar una vivienda, generalmente, se adquiere el pleno dominio, que aúna la nuda propiedad y el usufructo.

No obstante, también se puede adquirir la nuda propiedad de la vivienda, es decir, la titularidad sin derecho a uso y disfrute, mientras que el usufructo (uso y disfrute del inmueble) pertenecería a un tercero. El nudo propietario recibiría el pleno dominio cuando se cumplan los términos del acuerdo con este tercero, que suele ser su fallecimiento. Es decir, cuando el usufructuario fallece finaliza su derecho al usufructo y pasa a manos del nudo propietario, adquiriendo este el derecho al uso y disfrute de la vivienda.

Resumiendo: un bien proindiviso es aquel que reciben varios titulares. Pueden recibirlo a partes iguales, pero también podrían tener distintos porcentajes de titularidad (por ejemplo, uno recibe un 25% y otro un 40%). El proindiviso puede producirse en diferentes situaciones, como puede ser en caso de divorcio o en una herencia.

El proindiviso suele generar conflictos entre los propietarios, reduciendo la posibilidad de alcanzar un acuerdo para resolver la situación de la manera más favorable para todos. Por ejemplo, es frecuente que alguno de los copropietarios no quiera asumir gastos de mantenimiento del inmueble, como el IBI.

Por ello, lo más recomendable es vender una mitad indivisa, esto es, poner en venta la propiedad heredada.

Beneficios de vender una mitad indivisa

Cuando hay desacuerdo en la copropiedad de un inmueble, deben plantearse algunas alternativas. Si no es posible llegar a un acuerdo, el siguiente paso suele ser acudir a la vía judicial, pero no es lo más recomendable por los múltiples gastos que genera, porque es una solución a largo plazo y porque no sabemos cuántos años podría tardar en resolverse; además, esta opción suele avivar aún más los conflictos producidos inicialmente.

Por ello, la alternativa más común es vender la mitad indivisa.  Ahora bien, hay que tener en cuenta varias cuestiones importantes. Si decides vender tu parte a una empresa que compra partes proindivisas (o a un particular), no vas a recibir lo que cuesta realmente esa mitad (o el porcentaje que te corresponda) del inmueble. Al comprar solo una parte de la vivienda, su valor no es el mismo que todo el conjunto, por lo que se ofrece un precio menor.

Por otra parte, en caso de que haya deudas o cargas (como puede ser una hipoteca), es importante saber que, si el valor de las mismas supera la mitad del valor del inmueble, será muy difícil conseguir vender tu padre, ya que el comprador no obtendría beneficios.

Por todo ello, lo más recomendable es llegar a un acuerdo entre todos los copropietarios, como, por ejemplo, que uno de ellos compre al resto su parte y adquiera toda la propiedad.

Si no es posible y prefieres vender la mitad indivisa, esta operación también tiene una serie de beneficios:

  • No necesitas el consentimiento del resto de propietarios: si lo que quieres es vender tu parte, eres libre de hacerlo, ya que no necesitas el consentimiento de los copropietarios.
  • Evita conflictos: vender tu mitad indivisa permite evitar complicaciones y discusiones con el resto de propietarios.
  • Evita la vía judicial: en todos los casos, es recomendable evitar llegar a los juzgados, por la incomodidad que supone (ya que una herencia suele compartirse entre familiares), pero también por los gastos que genera y el tiempo que tarda en resolverse por esta vía.
  • Obtienes liquidez inmediata: vender tu mitad indivisa te permitirá ganar dinero de forma más rápida que si se intenta vender una propiedad en su totalidad.

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