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Los inversionistas han tenido que reinventarse de urgencia bajo las actuales circunstancias de pandemia. El sacudón que ha significado la crisis sanitaria del consabido Covid-19 los ha obligado a revisar los portafolios y evaluar nuevos escenarios. De allí que resulte oportuno conocer los fondos de inversión inmobiliaria más rentables al sol de hoy.
Primero lo primero. ¿De qué van los fondos de inversión y cómo se gestionan? Los fondos de inversión en general son un cúmulo de capitales que un gestor recauda y que se encarga de colocar en la búsqueda de la mayor rentabilidad posible.
Sin duda que el mayor patrimonio de un fondo de inversión es la credibilidad y la reputación. Mientras el recorrido de sus gestiones sea más prolongado en el tiempo y sea capaz de mostrar resultados satisfactorios, mayor será el atractivo para los inversionistas. Además, trabajar con el dinero ajeno exige ser prístino en ese manejo y contar con plataformas que faciliten su monitoreo.
Los fondos de inversión inmobiliaria se especializan en financiar proyectos de bienes raíces en sus más diversas formas. Apoyando la actividad y brindando opciones a los que confían en que este sector les trae las mejores ventajas para multiplicar su dinero. Y debemos decir no son pocos los que prefieren este tipo de fondos dados los resultados que han registrado históricamente las inversiones en ladrillo.
Por supuesto que el conocimiento del sector inmobiliario y la trayectoria que vayan hilvanando en el tiempo los gestores de fondos especializados en bienes raíces, redondean el atractivo que ponen sobre la mesa para quienes deseen participar en estas iniciativas de inversión. Nada sustituye a la experiencia para concretar gestiones asertivas.
De por sí la inversión inmobiliaria presenta características diferenciadoras que la separa de otros fondos de inversión. Veamos algunas de las más destacadas.
Lo primero que habría que mencionar es que no dependen directamente de la volatilidad que pudiese aparecer eventualmente en los mercados bursátiles.
Esto no quiere decir que sean totalmente invulnerables a los vaivenes de las bolsas, pero sí se puede afirmar que los fondos de inversión inmobiliaria conforman un ecosistema de inversiones que tiene vida propia; y que se sustenta en bienes tangibles representados por las edificaciones que financian, de allí la conveniencia de incluirlas en el portafolio.
Algo importante a considerar, es que las inversiones inmobiliarias en general no tienen un carácter especulativo y requieren de plazos de no menores a 3 o 5 años para obtener rendimientos favorables. Esta característica propia de los fondos especializados, complementa el hecho de que con el tiempo se tiene la expectativa de revalorización de los inmuebles; que también suma a los posibles rendimientos.
Otra característica de estos fondos, es que al menos el 70 % de su capital debe enfocarse en el financiamiento de diversas aristas del negocio inmobiliario. Siendo su monto de capital mínimo de 9 millones de euros.
Por regulación no se le permite poseer ningún bien que exceda el 35 % del total del fondo y su gestor está obligado a establecer su valor de liquidación por lo menos una vez al mes.
Los fondos de inversión inmobiliaria pueden ser abiertos o cerrados. Dependiendo de si son aceptadas las suscripciones y/o retiros de inversionistas en cualquier momento, o si por el contrario se requiere de un nuevo inversionista que reemplace al que desea salir. Este último caso –fondos cerrados– se asemejan a las sociedades de inversión inmobiliaria.
Entre las opciones de negocios que persiguen los fondos de inversión inmobiliaria tenemos: Los mercados de valores inmobiliarios, los de desarrollo inmobiliario, los financiamientos directos de proyectos en el área y los que enfilan baterías a la compra-venta.
Los valores inmobiliarios equivalen a comprar deuda de proyectos en ejecución, que son transados en mercados de este tipo. En algunos proyectos residenciales o comerciales de cierta magnitud se emiten bonos de deuda que pueden pasar de mano en mano y que rinden frutos al concretarse la venta de las unidades.
El desarrollo inmobiliario no solo se encarga de una edificación sino de la adecuación entera del entorno habitable. Son proyectos de largo aliento que requieren de músculo financiero para urbanizar y planificar a largo plazo.
Los fondos que se dedican a la compra-venta son los que disponen de capitales suficientes como para atrapar oportunidades de inmuebles que por cualquier razón están a la baja, para luego darles un respiro y esperar su revalorización.
En España, contamos con fondos de inversión inmobiliaria de gran tradición que se han ganado la confianza de los inversionistas que acuden al sector de bienes raíces para proteger y multiplicar sus capitales.
Si queremos elaborar un listado de fondos de inversión inmobiliaria en España; y considerando que existen también varias opciones interesantes que hacen vida en la comunidad europea, tenemos que incluir a los siguientes:
Tiene una exigencia de 300 euros para la participación mínima, servido por CecaBanck como depositario. Acumula un monto próximo a los 66 millones de euros, y para su gestión descuenta 1,9 % por gestión y 2,16 % de gastos anuales.
Es un fondo de inversiones que aglutina unos 14 millones de euros y usa un banco propio como depositaria. La inversión mínima permitida es de apenas 50 euros. En el primer semestre de 2019 generó una rentabilidad cerca de a 12 %, pechando a sus participantes con un gasto anual promedio de 1,75 % y 1,55 % por la gestión.
Con un costo de gestión de 2,25 % y gastos corrientes de 2,16 %, este fondo maneja unos 9 millones de euros y antes de la pandemia ofreció rendimientos de algo más del 14 %. Su depositario es BNP Paribas.
Este fondo opera en toda Europa y llegó a entregar más de 20 % de rentabilidad antes de que llegara la crisis sanitaria del Covid-19.
Presenta actualmente un valor liquidativo de casi 19 euros. Está muy activo en su gestión, procurando volver a los porcentajes de rendimientos previos a 2020.
Este es otro de los fondos que ha logrado atractivos beneficios para sus suscriptores. Incluso en el año 2021 ya entrega algo más de 12 % a quienes participan invirtiendo en un valor liquidativo que está apenas por encima de los 26 euros.
Este fondo de Real Estate levanta vuelo paulatinamente luego de que en 2020 cayera –como casi todos los fondos– producto de la pausa impuesta por la pandemia.
Su valor se cotiza para este momento en 164 euros. Opera en toda la zona Euro, en Estados Unidos y Japón, con un capital acumulado que supera los 2380 millones de euros.
Cotiza actualmente a un valor liquidativo de 132 euros. En lo que va de 2021 ya ha logrado elevar su rendimiento al punto que se proyecta que para finales del año llegue casi hasta 10 %. Además de la zona euro, su operación se extiende hasta USA, Reino Unido, Asia y Japón.
Como vemos, las opciones disponibles para invertir en los fondos de inversión inmobiliaria en España ofrecen diversidad, en cuanto a la cuantía de la participación; lo que facilita la entrada e iniciarse en este tipo de fondos gestionados en el territorio ibérico.
Si bien las inversiones inmobiliarias directas requieren de desembolsos importantes, exigen generalmente poseer un capital de cierto calibre y adicionalmente implican comprometerse con una hipoteca a largo plazo. Los fondos inmobiliarios abren la puerta para participar con montos que están literalmente al alcance de todos.
Los fondos de inversión inmobiliaria vienen a darle la oportunidad a quienes no tienen grandes capitales, y que tampoco manejan lo que ocurre en el mercado bursátil.
Se puede decir que se puede beneficiarse de lo mejor de los dos mundos: la seguridad que ofrecen los negocios de bienes raíces y las oportunidades de la bolsa.
Obtener colocaciones en los fondos de inversión inmobiliarias es un excelente recurso para diversificar un portafolio. Es sumamente recomendable dedicar un porcentaje de nuestras inversiones para suscribir en algunos de estos fondos, que están estrechamente ligados a la actividad de bienes raíces.
Estas herramientas de inversión están a la mano de cualquier persona que desee poner a producir sus ahorros en instrumentos que tengan un riesgo controlado. Basado en la baja volatilidad de sus montos liquidativos y la solidez propia del sector inmobiliario.
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