Más allá de la hipoteca, al comprar una vivienda, hay que pagar una serie de gastos e impuestos para formalizar la operación. Los gastos e impuestos por la compra de una vivienda en 2022 dependen de cada Comunidad Autónoma y de si se trata de una casa de obra nueva o de segunda mano.
En primer lugar, a la hora de calcular los gastos de compra de una vivienda, debemos tener claro la diferencia entre viviendas nuevas y de segunda mano. Básicamente, las viviendas de segunda mano son aquellas cuya propiedad ha pertenecido a una o varias personas.
No obstante, también se engloban aquellos inmuebles que pertenecen a bancos (que son los encargados de traspasarlos), las viviendas que no se han traspasado en el plazo de dos años (aunque no hayan sido habitadas en ningún momento) y aquellos inmuebles que un propietario vende a una persona diferente a su inquilino habitual. En relación a este último punto, también se considera una vivienda nueva cuando el propietario la vende a su propio inquilino tras dos años de renta.
Así, la cuantía de impuestos a pagar por una vivienda se relaciona principalmente con el precio del inmueble, por un lado, y con la categorización de “vivienda de obra nueva” o “vivienda de segunda mano”, por otro lado, tal como acabamos de ver.
A continuación, desglosamos los gastos asociados a la compraventa de una vivienda.
En primer lugar, hay que pagar los gastos de escritura de compraventa. Independientemente de si se trata de un inmueble nuevo o de segunda mano, la compraventa hay que escriturarla ante un notario que cobrará unos aranceles (honorarios) por su trabajo. El coste de estos honorarios está regulado por el Estado y oscila entre el 0,2% y el 0,5% sobre el valor de la vivienda, aproximadamente. Además, tendrás que pagar la copia de la escritura, pero solo te costarás unas pocas decenas de euros.
Así, si, por ejemplo, compras una vivienda de 150.000 euros, deberás pagar unos 750 euros en gastos notariales, mientras que la copia de la escritura te costará unos 15 euros.
En caso de comprar una casa de obra nueva, tendrás que pagar el IVA, que cuesta un 10% sobre el valor de la vivienda. Asimismo, tendrás que abonar el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados (IAJD), cuyo coste oscila entre el 0,4 y el 1,5% dependiendo de la Comunidad Autónoma.
En caso de que adquieras una propiedad de segunda mano, deberás pagar el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP), que cuesta entre el 4 y el 10% sobre el valor de la vivienda y también depende de cada Comunidad Autónoma. Calculándolo con el 10%, si compráramos una vivienda de 100.000 euros, tendríamos que pagar 10.000 euros. Pero, por ejemplo, en Canarias este impuesto está al 6,5 (Impuesto General Indirecto Canario -IGIC). Asimismo, si se trata de una vivienda pública, el IVA puede ser del 4%, pero varía en función de la Comunidad Autónoma y el tipo de vivienda social.
También hay que señalar que suelen existir tipos más reducidos para para vivienda protegida, familias numerosas, personas con discapacidad y jóvenes. Por ejemplo, en Madrid, las familias numerosas que adquieren una vivienda libre deben pagar un 4% de ITP, siempre que este inmueble sea el habitual y no segunda vivienda.
Ten en cuenta que, si el valor del terreno ha aumentado tras la compraventa, se genera un impuesto local adicional llamado Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (IIVTNU) o plusvalía municipal. Este impuesto lo debe abonar el vendedor, quien también tendrá que pagar los honorarios de la inmobiliaria y el coste de cancelación de su hipoteca.
Para que tu nombre conste en el Registro de la Propiedad, un registrador deberá inscribirte como nuevo propietario de la vivienda. Los honorarios del registrador también están regulados y cuestan entre el 0,1 y el 0,25% sobre el precio del inmueble, aproximadamente. Así, si la vivienda te ha costado unos 150.000 euros, deberás pagarle al registrador 365 euros. Generalmente, estos gastos oscilan entre los 400 y los 650 euros.
En caso de que contrates una gestoría para que te tramite la inscripción como nuevo propietario y el pago de los impuestos, tendrás que pagar estos servicios que suelen costar unos 300 euros, aunque cada gestoría establece sus propias tarifas.
Recuerda que, si financias la compra con una hipoteca, el banco te obligará a contratar una gestoría, ya que querrá asegurarse de que la vivienda se va a inscribir a tu nombre. No obstante, tendrás derecho a elegir la gestoría que quieras.
Además de la entrada de la casa y los impuestos, debes tener en cuenta otros gastos que varían según la oferta de hipotecas que consigamos y el municipio en que se encuentre. Estos son otros gastos con los que deberás contar a la hora de comprar una vivienda:
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