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Hay muchas situaciones que pueden provocar la copropiedad de una vivienda en la que alguna de las partes quiera liquidar. Al surgir dudas en este sentido, la mejor recomendación es ponerse en contacto con especialistas en la materia. Rentalias ofrece la mejor asesoría en el tema inmobiliario, incluyendo lo referente a invertir en nuda propiedad y renta vitalicia.
Toda persona que inicia su etapa productiva en la vida debería tener en mente desde el primer día que su meta es lograr la libertad financiera en el menor plazo posible. Lo más probable es que transcurran entre 20 y 30 años para lograrlo, considerando la regla del 4 %.
Libertad financiera es un término que puede resultar algo etéreo; sin embargo, la regla del 4 % nos ayuda a aterrizar una idea más concreta en este respecto. Lo que nos proporciona esta norma es una forma de establecer cuál es el capital del que debemos disponer para lograr el objetivo de zafarnos de angustias económicas.
Simplificando el asunto la regla del 4 %, lo que pregona es que tu costo de vida nunca debe exceder el 4% de tus activos líquidos para considerarte en estado de libertad financiera. Este razonamiento se basa en estudios hechos a las inversiones bursátiles en un periodo de algo más de 80 años.
Especialistas financieros recorrieron la historia de las rentabilidades devengadas entre 1926 y 2010 y llegaron a una conclusión ante la evidencia empírica: los rendimientos promedios se han mantenido sobre el 4 %, luego de ajustar por inflación.
Esto indica que si acumulamos un capital de tal magnitud que nuestros gastos representen 4 % o menos del mismo, nunca nos descapitalizaremos, lo que implica que en teoría no requerimos de nuevos ingresos.
Si los dividendos de nuestras inversiones proporcionan recursos suficientes para sustentar nuestro nivel de vida, quiere decir que ya nuestras preocupaciones de dinero han sucumbido ante lo que denominamos libertad financiera.
Dada esta manera de calcular de forma somera cuánto requerimos para conseguir un retiro sin agitaciones de carácter financiero, podemos fijarnos metas más tangibles y planificarnos sobre bases más entendibles.
Pongamos un ejemplo para aclarar lo que podemos cuantificar con la regla del 4 %. Supongamos que Pedro aspira a mantener un nivel de vida que exige un monto mensual de 2200 euros. Acudiendo a la referida regla, esta cantidad anualizada debe representar un máximo de 4 % del capital invertido.
Así, tenemos que Pedro deberá acumular un capital de por lo menos 660 000 euros antes de considerarse libre de ataduras financieras, dado que sus gastos anuales ascienden a 26 400 euros. El promedio histórico le ofrece a Pedro una probabilidad sobre el 80 % de mantener su patrimonio incólume.
El cálculo que nos lleva a obtener la cifra de 660 000 euros proviene de dividir el monto total de gastos anualizados entre el 4 % (26 400 / 0,04 = 660 000). Con ese dinero en disponibilidad para inversiones, Pedro estará asegurando con bastante certeza una renta mensual de 2200 euros.
El estudio mencionado arrojó que solo 18 % de los inversionistas que hubiesen aplicado la regla del 4 % durante el periodo evaluado (1926-2010) hubieran fallado en su propósito de alcanzar la libertad financiera, por lo que podemos decir que resulta bastante efectiva.
Es importante señalar que en esta manera de cálculo ya está considerado el factor inflación, que nunca debe desdeñarse cuando hablamos de medianos y largos plazos.
Teniendo en cuenta estas consideraciones podemos estimar cuánto podemos disponer de un cierto capital que estemos usando en inversiones productivas; es decir, cuánto podemos gastar sin medrar el patrimonio.
Asumamos que Pedro, luego de su etapa productiva, solo llegó a juntar un capital de 420 000 euros y ahora necesita saber cómo debe ajustar su estilo de vida para que el mismo no se agote y sirva de fuente de ingresos perenes.
En este caso solo basta con calcular el 4 % del capital (420 000 x 0,04 = 16 400) para darnos cuenta que Pedro deberá conformarse con 1400 euros mensuales (16 400 / 12 = 1.400) para sufragar sus gastos con una alta probabilidad de no correr el riesgo de quedarse eventualmente sin dinero.
Aunque la regla del 4 % no es infalible, nos proporciona un horizonte más claro sobre las metas financieras que debemos enfrentar si queremos alcanzar la tranquilidad financiera. Como dijimos al principio, esta debe ser la meta principal de toda persona productiva.
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