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El tipo de cambio representa ese costo del dinero que pagamos al pedir prestada alguna cantidad. El Euribor es el indicador por excelencia que fija el costo del dinero entre instituciones financieras, repercutiendo directamente en el tipo de interés al público. Veamos el comportamiento del Euribor en septiembre y octubre 2020.
Las actuales circunstancias han tenido un efecto de pausa casi total de las economías en el ámbito mundial. El necesario llamado a cumplir una cuarentena bastante estricta ha ocasionado estragos en la producción global; de hecho se calcula un desplome del PIB mundial del 5 %.
Esto también ha influido negativamente en el movimiento financiero, que no ha tenido mayores requerimientos de parte de los factores productivos e igualmente ha incidido en una muy mermada intermediación bancaria. En términos generales, cayó drásticamente la demanda de financiamiento.
Ya antes del distanciamiento social el Euribor venía en bajada. En septiembre y lo que cursa de octubre ha sufrido una caída aún mayor, llegando a mínimos históricos.
Desde que entró en vigencia este marcador en enero de 1999, ha venido cambiando su comportamiento significativamente.
En 2008 logró su máximo histórico rozando el 5 % (4,89 %) y de allí en adelante la curva de sus valoraciones se mostraba en bajada.
En 2017 llegó a su punto más bajo para el momento, ubicándose en -0,190 %. Desde noviembre del siguiente año asomó un repunte, pero a partir de 2016 ha venido perdiendo valor consistentemente.
El valor del Euribor viene determinado por la media de las tasas que establecen los bancos para vender dinero a sus pares; no obstante, ese mismo valor también es usado como estándar en la mayoría de los préstamos hipotecarios que se otorgan año tras año. Por supuesto, como todo otro bien que se trance en el mercado, al no haber demanda su precio tiende a caer.
Hay que agregar que la caída que ha sufrido el Euribor también obedece a una política expansiva del Banco Europeo, mediante la cual se ha venido estimulando la creación de nuevos empleos, abaratando el financiamiento para nuevos negocios y emprendimientos.
En especial en el recién finalizado mes de septiembre observamos que arrancó en 0,373 % y terminó en 0,443 %, lo que significó una caída neta de casi 19 % en un solo mes.
Por supuesto que cada vez que desciende marca un nuevo mínimo histórico. Aun considerando la situación de cuarentena, es bastante importante el declive.
En febrero de 2016 el Euribor cruzó la barrera neutral para caer en valores positivos desde entonces. El signo menos le ha acompañado como prefijo en los años siguientes y antes de ser decretada la pandemia por Covid19 mostraba un nada rozagante -0,253%.
Como era de esperarse, en estos meses que han transcurrido de este accidentado 2020 ha seguido en franca picada, cerrando como ya indicamos en – 0,373 % en septiembre.
Aunque hay mucha incertidumbre sobre cuándo será posible reactivar gran parte de las actividades económicas, se vislumbra que siga hundiéndose algún tiempo más en el cuadrante rojo.
La llegada de octubre no ha sido obstáculo para que este pronóstico se cumpla. En los días que han transcurrido de este mes que abre el último trimestre del año, la variación que ha sufrido el índice llega a – 7 %, por lo que podemos pensar sin temor a equivocarnos que repetirá un valor muy próximo a la caída del mes anterior.
Hay que puntualizar que la inflación promedio de la zona Euro se estima en aproximadamente 1,3 %, lo que aún no cumple con la meta que se ha fijado el Banco Común Europeo de ubicarla en 2 %. Es decir, si bien el estado actual es calamitoso dado que afecta negativamente el indicador, es muy probable que incluso sin cuarentenas tengamos valores muy semejantes.
Para llegar a este objetivo, en materia económica se venía incentivando la producción con tipos de interés por debajo de la superficie, con o sin pandemia.
Si nos guiamos por esta premisa, entonces es razonable que para compensar el tiempo perdido, el Euribor siga depreciándose, de manera que para cuando se levanten las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias esto contribuya a un reimpulso mayor a la actividad económica.
De cualquier forma, los voceros económicos de la Eurozona ya habían asomado con cautela que el marcador se mantendría bajo por algún tiempo más. Algunos especialistas colocaban su vuelta a los valores positivos para el 2022, tiempo antes de que toda esta situación del Coronavirus se presentase.
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