La guerra de Rusia y Ucrania produce importantes efectos en el sector financiero. Por un lado, incrementa la volatilidad e incertidumbre; por otro, afecta al crecimiento económico, la inflación y la política monetaria, factores esenciales en los mercados. No obstante, pese a las nefastas consecuencias de este conflicto, también pueden abrirse oportunidades de inversión en algunos sectores donde genera menor impacto como es el mercado inmobiliario.
Es difícil saber cómo afectará la guerra a los mercados económicos. El conflicto podría provocar una subida en las tasas de interés debido a la inflación, o bien podría desacelerar la economía, lo que permitiría mantener o reducir las tasas de interés.
Dependiendo del sector, se dan ambas situaciones. En líneas generales, las consecuencias de la inflación en el mercado inmobiliario se suelen traducir en una subida de los precios al aumentar el costo de la mano de obra y los materiales. Además, uno de los principales gastos de la vivienda es la energía. Dada la situación en Ucrania, es posible que los gastos energéticos aumenten drásticamente.
Por otro lado, si los costos de construcción suben, pueden suceder dos cosas: o bien esos costos se transfieren a los compradores en forma de precios de compra más altos, o los constructores optan por restringir la oferta y elevar los precios de las viviendas existentes.
En segundo lugar, la inflación es un arma de doble filo para el sector inmobiliario. La mayoría de países europeos han experimentado un mayor crecimiento de los precios de la vivienda durante otras épocas de incertidumbre como la pandemia en comparación con sus medias a largo plazo. Por un lado, la inflación puede incentivar a comprar propiedades, pero también es posible que provoque un aumento de los tipos de interés de las hipotecas, reduciendo las tendencias a compras de viviendas financiadas con préstamos. No obstante, si la inflación hace subir los precios de los inmuebles, su propiedad valdrá más, pudiendo obtener mayores beneficios por su venta.
España es uno de los países europeos menos expuestos al conflicto entre Rusia y Ucrania, por lo que el impacto de la guerra en nuestro país es limitado hasta el momento. El sector inmobiliario cerró el pasado año con un incremento significativo tanto en venta de inmuebles como en la concesión de hipotecas, con lo cual, se preveía que el presente año 2022 fuese una época de estabilización del mercado.
Los efectos del conflicto han impactado especialmente en el mercado del alquiler y, en menor medida, en el del segmento de lujo. Pese a que se prevé un aumento generalizado de los precios de la vivienda y del alquiler, la situación también se presenta como una oportunidad de inversión al representar el mercado inmobiliario un activo refugio en etapas económicas y políticas de incertidumbre, frente a otras inversiones de mayor riesgo y expuestas a una gran volatilidad.
En tiempos de inestabilidad, el sector inmobiliario ofrece las inversiones más seguras. Como mencionábamos anteriormente, la inflación puede producir un aumento en el precio de su vivienda, generando mayores beneficios por su venta. Además, el terreno y, por ende, las propiedades, aumenta su valor en el tiempo y supone un patrimonio estable y heredable.
Por todo ello, hogares e inversores apuestan por la compra de inmuebles como activos rentables a largo plazo al ser una inversión segura y revalorizable. La necesidad de liquidez de los propietarios también puede generar oportunidades al adquirir inmuebles de segunda mano para su rehabilitación y futura puesta en alquiler. Este tipo de operaciones permiten revalorizar una propiedad y obtener una mayor rentabilidad de la misma en un futuro. Otra opción es comprar para posteriormente vender, una alternativa muy rentable, especialmente si se realiza una reforma que aumente el valor del inmueble.
Es de esperar que, al igual que durante la pandemia, el comportamiento tradicional de los inmuebles en propiedad se mantenga pese a la incertidumbre y volatilidad de los mercados. Sin duda, la función de la vivienda como valor refugio se está intensificando cada vez más, convirtiéndose en uno de los activos más populares en las inversiones realizadas en España. Pese a tratarse de un bien con escasa liquidez, la seguridad que aporta a los propietarios es un factor esencial.
En definitiva, la inversión en el sector inmobiliario en España ha ofrecido un porcentaje de rentabilidad muy sólido a lo largo del tiempo, lo que estimula el interés de los inversores. Es un activo que ofrece una seguridad que no aportan otros mercados, generando una situación favorable para aquellos inversores que prefieren encontrar rentabilidad de forma segura frente a la inversión en activos con mayores rentabilidades, pero también mayor fluctuación. La inversión en vivienda se presenta por tanto como un refugio, desde el punto de vista económico, contra los efectos de la guerra en 2022.
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