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Hay muchas situaciones que pueden provocar la copropiedad de una vivienda en la que alguna de las partes quiera liquidar. Al surgir dudas en este sentido, la mejor recomendación es ponerse en contacto con especialistas en la materia. Rentalias ofrece la mejor asesoría en el tema inmobiliario, incluyendo lo referente a invertir en nuda propiedad y renta vitalicia.
Dedicar nuestros ahorros a una función productiva más allá de la que se pueda obtener por medio de los tipos de interés siempre será una sana recomendación. Una opción a la que se puede recurrir es invertir en la bolsa, por lo que es importante saber cómo crear tu cartera de gestión pasiva.
Hay muchas maneras de participar en el mercado bursátil. Sin embargo, es necesario algo más que conocimientos básicos para aspirar a obtener beneficios consistentemente de manera activa; es decir, haciendo colocaciones frecuentemente buscando vencer los rendimientos promedios.
Veamos qué implica cada una de estas estrategias de inversión para poder entender la diferencia, así como sus pros y contras.
Cuando accionamos desde el punto de vista de una gestión activa, pretendemos correr un riesgo elevado procurando dividendos sustanciales en un corto periodo de tiempo. Para ello es necesario contar con información privilegiada que no siempre está disponible para el público en general.
Como estamos tratando de aprovechar saltos en las cotizaciones, debemos conocer con bastante profundidad las tendencias, e incluso los hechos que se vienen desarrollando tras bastidores en la economía mundial, para adelantarnos en las colocaciones.
Básicamente, un portafolio con gestión activa trata de sacar el jugo a los movimientos especulativos de la bolsa, entrando y saliendo de valores y títulos del mercado que por circunstancias especiales se encuentran a la baja o la alta en determinado momento.
De allí que requiere de una gran experiencia –incluso sagacidad– para salir airoso en esta manera de hacer las cosas en el mercado de capitales. Por supuesto que también se puede acudir a una estrategia mixta cuando las cartas nos favorezcan abiertamente.
Por el contrario, la gestión pasiva de un portafolio dado es una manera de invertir sin sobresaltos. Por su naturaleza, implica hacer inversiones a mediano y largo plazo, basadas en un conjunto de instrumentos bursátiles que probadamente rinden dividendos y que conforman índices de gran reputación.
Los índices son representación de las ganancias que reportan a diario un conjunto de títulos que son monitoreados como una unidad, lo que permite contar con inversiones que compensan pérdidas con ganancias en el mediano y largo plazo.
En cada una de las bolsas de valores en el mundo entero existen índices muy prestigiosos y que demuestran fehacientemente su solidez a través de los años. Como ya indicamos, no quiere decir que nunca decaigan en su valor, sino que unos cubren a otros de manera que siempre el resultado general es favorable.
Si bien bajo una gestión activa se puede sacar la lotería y de un día para otro obtener pingües ganancias, es también bastante probable que no atinemos al momento preciso y, como consecuencia, haya merma considerable de los capitales invertidos.
Con su contraparte –la gestión pasiva– aseguramos que obtendremos lo que históricamente refleja el índice que seleccionemos, lo que nos dará una base de certidumbre en nuestras inversiones. Optamos por rendimientos modestos a cambio de disminuir riesgo.
Crear una cartera para ser manejada de manera pasiva facilita mucho la incursión en este tipo de inversiones, ya que para ello nos limitamos a escoger el índice que según nuestro criterio de adecúa a nuestro perfil.
En vez de vernos en la necesidad de dominar todo el panorama bursátil –cosa que contados mortales logran en la vida–, podemos analizar y evaluar el inventario de índices existentes en la bolsa de nuestra predilección, para entonces proceder a la colocación.
Una vez ubicado el destino de nuestra inversión y dependiendo de cómo queremos concretarla, acudiremos a algún bróker o incluso podemos entrar directamente a alguna de las plataformas en línea que ofrecen acceso personalizado a estos mercados.
Responder a la importante cuestión de cómo crear tu cartera de gestión pasiva resultará sumamente sencillo en estos portales. Bastará crear un nuevo usuario – tal cual se hace en las redes sociales, por ejemplo– y completar tu perfil de preferencias para iniciarte.
Por supuesto, no está de más conocer previamente los términos básicos mínimos con los que tendrás que lidiar en la operación. Por suerte, la mayoría de estas plataformas cuentan con asistencia interactiva para sus usuarios.
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