El barrio de Sants de Barcelona se ha convertido en el “hogar” del complejo “build to rent” de mayor tamaño de toda España. La promoción de la empresa Becorp se ubica, en concreto, en la calle Parcerisa, 25 de la Ciudad Condal y cuenta con 420 pisos de alquiler de obra nueva y casi 4.000 metros cuadrados de zonas comunes.
Esta innovadora promoción de viviendas de alquiler nace con el objetivo de dar respuesta a las demandas de la población después de los meses de confinamiento sufridos a causa de la pandemia de coronavirus. Y es que una de las principales ventajas del complejo es que facilita las gestiones diarias de sus inquilinos ofreciendo unas condiciones magníficas de accesibilidad y la posibilidad de solventar las necesidades básicas de ocio y alimentación en la misma puerta de casa.
Desde la crisis económica de 2008, el porcentaje de españoles que viven de alquiler ha crecido exponencialmente. Si hace veinte años apenas llegaba al 10%, hoy la cifra se acerca al 25%. Esta tendencia ha potenciado que los inversores hayan visto en construir viviendas para después arrendarlas una oportunidad de negocio que ofrece una extraordinaria rentabilidad.
Y es que basta traducir “build to rent” para entender cuál es el objetivo: construir para alquilar. Si hasta ahora lo más habitual es que la vivienda nueva que se construía fuese directa a la venta, hoy la situación ha cambiado. Fondos de inversión, promotoras y administraciones públicas han entendido que el nuevo modelo de sociedad, marcado por cierta inestabilidad laboral y escasez de ahorro, demanda apostar por el alquiler como fórmula de inversión.
Los grandes inversores han mostrado especial interés en poner en marcha este modelo de negocio en los cinturones metropolitanos de las grandes ciudades españolas, especialmente Madrid y Barcelona, y en las zonas que cuentan con un buen sistema de transporte público.
Una de las características que diferencian a las promociones que siguen el modelo “build to rent” respecto a los alquileres tradicionales está asociado a la inclusión de las zonas comunes. Los nuevos complejos construidos para ser alquilados optan por unas zonas comunes más amplias y con más servicios, como piscinas, pistas deportivas, lavandería, seguridad, trastero o gimnasios.
Precisamente, ahí radica una de las principales fortalezas del complejo recientemente presentado en la calle Parcerisa de Barcelona. En los cerca de 4.000 metros cuadrados de zonas comunes se incluyen una piscina, un gimnasio, un micro market abierto 24 horas, locales comerciales, plazas de aparcamiento y trasteros, entre otros servicios. Todo ello con el objetivo de potenciar la vida en comunidad entre todos los residentes en el complejo.
Por su parte, las residencias se reparten en cuatro bloques que cuentan con diferentes tipos de viviendas, de entre 1 y 4 habitaciones, todas ellas con grandes ventanales y mucha luminosidad.
Una de las particularidades en las que Becorp asegura haber puesto especial atención es en los aspectos referentes a la sostenibilidad. Todas las viviendas cuentan con calificación energética A, climatización, luces LED y calentamiento centralizado del agua caliente del edificio. Además, los aparcamientos cuentan con puntos de recarga para vehículos eléctricos y zona de parking para bicicletas y patines eléctricos.
El crecimiento de este modelo de inversión inmobiliaria no ha estado ajeno a la polémica en los últimos años. Para algunos, el hecho de que se trate de complejos que exigen una gran inversión supone que solo pueden asumirlo grandes empresas y compañías de capital riesgo. En su opinión, la incorporación de estos actores de forma muy activa al negocio del alquiler en España ha supuesto una subida considerable del precio del arrendamiento que afecta a los inquilinos.
Sin embargo, hay quien ve esta nueva situación desde el punto de vista contrario. En su opinión, el incremento de la cartera de alquiler supone un aumento de la oferta que ejerce como herramienta capaz de controlar los precios.
Sea como fuere, la última polémica asociada al “build to rent” ha surgido hace apenas unas semanas con la aprobación del anteproyecto de la nueva Ley de la Vivienda. La misma pretende fijar un precio de alquiler para las viviendas que sean propiedad de los grandes tenedores, es decir, aquellos que son propietarios de 10 o más viviendas. Los más críticos con las medidas aseguran que este hecho hará que las grandes carteras con pisos en alquiler y muchos promotores extranjeros que pensaban invertir en España puedan replantearse su estrategia.
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